¿Qué ventajas tiene hablar de política en el trabajo?
Seguro que recuerdas una situación en la que hablar de política en el trabajo se convierte en inevitable. Quizás porque está de rabiosa actualidad un asunto que afecta a todos. Quizás te está ocurriendo ahora mismo. Es más, te está ocurriendo en tu oficina o lugar de trabajo. Este tipo de asuntos forman parte de la cultura propia de una organización.
Seguramente te motivan más unos asuntos que otros y hasta eres más receptivo a estimularte por diferentes medios. Sin embargo, todos tenemos opinión.
La pregunta es, ¿es bueno hablar sobre política en tu lugar de trabajo?. Pues sí y no. Me explico. Por un lado, creo que siempre es positivo ser asertivo y dar tu opinión de forma abierta, clara y respetuosa. Sin embargo, no depende de ti la manera en que puedan reaccionar tus compañeros ante tus opiniones o argumentos. Quizás tu tampoco reaccionas como un diplomático precisamente en algún estadio de la conversación…
Lo cierto es que hablar de política es uno de los temas más calientes para conversar con compañeros de trabajo y amigos. ¿A qué se debe?. Me temo a que tiene mucho que ver con que identificamos nuestras opciones y puntos de vista políticos con nuestros valores y sentimientos. Y esto significa que a veces tomamos de forma personal cuestiones que no lo son.
Otro factor que tiene un nefasto influjo en este tipo de conversaciones es el ego. Todos quieren meter baza y sobresalir por encima de las opiniones de los demás. Combinado con la ignorancia obtenemos la famosa frase de «la ignorancia es atrevida».
En mi opinión, en una conversación de besugos, es recomendable guardarse el ego (o tu ignorancia) ya que tienes más que perder que de ganar. Es decir, no vas a ganar nada imponiéndote a los demás, aunque tengas más razón que un santo y tus compañeros estén muy equivocados.
¿Cómo proceder para hablar de política en el trabajo?
Si vas a intervenir o iniciar una conversación sobre temas políticos en el ámbito laboral con tus compañeros te recomiendo que cumplas estos supuestos antes de lanzarte:
- Asegúrate que sabes discutir sin elevar la voz, perder la compostura o insultar a tus compañeros.
- Asegúrate que tus compañeros no van a reaccionar mal ante tus opiniones. No es tu culpa, pero quizás no te conviene que te salpiquen las reacciones de los demás en el ámbito laboral.
- Sé prudente y diplomático ante compañeros que no conoces bien.
- Ante todo no intentes pasar por encima de la opinión de los demás o ridiculizarlos. Aún que estés en lo cierto. Herirás el orgullo de los demás y probablemente te la tendrán guardada por un tiempo…¡o siempre!.
- Si tienes que posicionarte en alguna postura, hazlo de forma elegante, argumentada (San Google) y conciliadora. Utiliza coletillas como «en mi opinión» o «yo creo que».
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